Lectura obligatoria: "La era del vacío", de Lipovetsky
El texto intenta plantear en diferentes niveles
un mismo problema general: la conmoción de la sociedad, de las costumbres, del
individuo contemporáneo de la era del consumo masificado, la emergencia de un
modo de socialización y de individualización inédito, que rompe con el
instituido desde los siglos XVII y XVIII.
Aparece una nueva forma de control de los
comportamientos, a la vez que una diversificación incomparable de los modos de
vida, una impresión sistemática de la esfera privada, de las creencias y los
roles, es decir, una nueva fase en la historia del individualismo occidental.
Este nuevo proceso de personalización remodeló en profundidad el conjunto de los sectores de la vida social, con una
perspectiva de “lo nuevo”. Es una mutación sociológica global, una combinación
sinérgica de organizaciones y significaciones, de acciones y valores. El
proceso de personalización también corresponde a la fractura de la
socialización disciplinaria, a una sociedad flexible basada en la información y
estimulación de las necesidades, el sexo y la exaltación de los “factores
humanos” en el culto a lo natural, cordialidad y sentido del humor.
El proceso de personalización implica una nueva
forma de organizarse, de comportarse partiendo desde lo privado. Hay nuevos
procedimientos que contienen nuevos fines, valores y legitimidades sociales:
valores hedonistas, respeto por las diferencias, culto a la liberación
personal, al relajamiento, al humor y la sinceridad, al psicologismo, la
expresión libre, en síntesis un nuevo significado de autonomía.
La lógica individualista con “el derecho a la
libertad” se instala en las costumbres y en lo cotidiano. El proceso de
personalización surgió como el fin de la edad moderna y la unión de las esferas
de la vida social; lo que nos permite hablar de una sociedad postmoderna.
En la sociedad postmoderna reina la indiferencia
de masa, sentimiento de reiteración y estancamiento, autonomía privada,
innovación superficial y el futuro no se considera o asimila; esta sociedad
quiere vivir aquí y ahora. No tiene ídolo ni tabú, estamos regidos por el
vacío, un vacío que no comporta, ni tragedia ni apocalipsis. También puede
notarse una nueva era de consumo que se extiende hasta la esfera de lo privado;
el consumo de la propia existencia a través de la propagación de los mass
media.
El futuro no tendrá que escoger entre las lógicas
duales características de esta, gracias a la flexibilización en cuanto a las
antonimias. La cultura postmoderna amplía el individualismo al diversificar las
posibilidades de elección, anular puntos de referencia, destruir sentidos
únicos y valores superiores; es una cultura despersonalizada o “hecha a
medida”. Predomina en esta era el valor del “derecho de realizarse”.
Para descargar un extracto del libro de :
http://catedradatos.com.ar/media/lipovetsky-La-era-del-vacio.pdf
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